Monte-Carlo Historique
27 de gener de 1977: Aquella nit increïble
27/01/2017
Rallye Monte-Carlo, jueves 27 a viernes 28 de enero de 1977, la "Noche del Turini" (Por Javier del Arco. 4 Tiempos, enero 1980)
De cuantas circunstancias concurrieron a que yo fuese a Montecarlo aquel enero de 1977, creo que la decisiva fue la de que por aquel entonces el Director de Dicen era Domingo García, hombre joven y dinámico bajo cuya dirección se hicieron cosas muy bonitas en materia de información automovilística. Recuerdo la época con nostalgia.
Había ido, en diciembre, al RAC Rally y tenía la memoria llena de las acrobacias de Pentti Airikkala, el sereno dominio de Roger Clark, la persistencia de Stig Blomqvist, el desasosiego de Sandro Munari con el Stratos, la belleza de Jill Robinson y el exotismo de Inglaterra con o sin rallies.
Sin embargo, lo del Monte era diferente. Iba Seat (y Serviá y Beny Fernández). Y se esperaba que con su experiencia del año anterior los taxis podrían lograr algo bueno. O sea, ser prudentes, tener suerte y colocarse entre los diez primeros. Estoy seguro de que ni el Vargas en sus momentos de mayor euforia se atrevía a soñar algo más concreto. Entre los diez primeros estaba bien
Y salieron. Los dos taxis con los números 12 (Zanini) y 18 (Cañellas) salieron de Almería el día 22. Y llegaron a Mónaco el lunes. Cañellas 14º y Zanini 31º después de sufrir un pinchazo que lo relegó al ¡158º lugar en el primer tramo! Dominio total y absoluto de Munari y su Stratos. Seguido por el Alpine de Fréquelin, los Fiat 131 oficiales, otros Stratos y Porsches. Y hasta el increíble Christian Dorche, dominador del Grupo 1 con su 2002 Ti.
El Recorrido Común ha demostrado que los dos Seat funcionan sin problemas y sus pilotos son capaces de medirse con los de fuera con resultados bastante dignos. Cierto que Munari dominaba de forma imperturbable, que Markku Alen (Fiat 131) le estaba siguiendo a menos de dos minutos y que Lele Pinto hacía diabluras con el Stratos. Pero los demás Fréquelin, Röhrl (Opel), Andruet (Fiat), Bacchelli (Fiat), Verini (Fiat) empezaban a comprobar como en Auzet-Seyne Zanini hace el 7º tiempo; y el 6º en Romette y La Grave y el 4º en St-Jean-en-Royans; Cañellas, que le va constantemente a la zaga, ha sido 4º en St-Bonnet-le-Froid. Incluso, durante un buen rato, Zanini ha figurado como autor del mejor registro en St Pierreville; luego resultará que a consecuencia de la meteorología, han logrado mejores tiempos los de la cola y Antonio ha sido 5º. Pero la racha sigue: Cañellas 7º en Burzet y Montauban y 4º en Digne-Chaudon, 5º en Jabron, 4º en Lantosque Claro, pensaran Uds., deben de haber abandonado bastantes de los buenos y los chicos del Vargas ganan puestos con sólo continuar Pues no, craso error. Son los buenos quienes cometen errores, tienen fallos de conducción mientras Cañellas, Zanini y los taxis funcionan como relojes. Y en cuanto un Fiat, un Stratos o un Alpine no hacen el tiempo que les corresponde ¡zas! Salvador, Antonio (¡y hasta Serviá, que va de privado!) lo dejan atrás. Y así es como acaban el Común llegando a Mónaco en 6º (Zanini) y 7º (Cañellas) lugar. Y Serviá, con 20 CV menos, en 12º.
El Vargas está exultante. Los mecánicos tienen en su mirada un brillo de satisfacción y orgullo. Y hasta Vicente Aguilera ha abandonado su aire reservado y casi místico de Ingeniero Jefe e incluso se permite bromear acerca de las incidencias del rallye. Los chicos del Vargas han estado bien, pero ¡anda que los suyos, sus taxis!; esos han estado sensacionales. Claro que todavía queda mucho rallye por delante
En Barcelona y Madrid, las últimas noticias han animado a más entusiastas a apuntarse. Los del Pub Seis Peniques en avión; los de Viladrau (Viladró, que dicen por aquí) en coche. ¡Y todos al Turini! Una roulotte traída a principio de semana expende carajillos. Hasta ayer, en el Turini se chillaba en francés e italiano; hoy predominan el catalán y el castellano. En Le Moulinet, Aguilera supervisa la primera asistencia. En el Holliday Inn, José Juan Pérez de Vargas tiene la cabeza metida en el amplificador de la radio. Hay mucha gente de Seat. En la permanente de prensa, el ambiente es tenso. Mª Angeles, Rosés, Jorge Botella, Raymond Blancafort, la prensa en pleno. Dicen me guarda espacio hasta las 4 de la madrugada.
Seguro que los de Seat se darían por satisfechos con lo ya conseguido y firmarían porque el rallye acabase así, con sus pilotos en 6º y 7º lugar. Pero no A las 7 de la tarde Munari inicia la subida al Col de Peille. ¡Diablos, como tarda en llegar la información! Vaya Pinto, que iba 4º, ha abandonado. Zanini, autor del 5º tiempo, es, asimismo, 5º de la general. Y Cañellas 6º. Hora y media más y primer paso por el Turini, ¡Alen, 2º hasta entonces, no aparece en la lista de tiempos del monitor! O sea, que Antonio es 4º y Salvador 5º. ¡Ospa! En la sala de prensa el ambiente es electrizante. Los gili de los franceses (con honrosas excepciones) nos miran como preguntándonos que qué nos pasa. Pues nos pasa, eso, que nuestros pilotos están ahí, pisándole los talones a Bachelli y a su Andruet de Uds., como se descuide. Y que Zanini hace el segundo tiempo en la Couillole a 9 de Munari. Y que el Nen, para nos ser menos, ha hecho lo propio en Roquesteron, detrás de Bachelli a quien parece que persiga el diablo. O sea, la leche.
Ya no podemos más. Rosés y yo ponemos nuestros respectivos telex, agarramos el catorce treinta y nos vamos a Le Moulinet a ver a Vicente Aguilera y a los chicos de la asistencia. Son tres cuartos de hora. Por el camino nos enteramos de que en el segundo paso por La Madone, los taxis han hecho 3º y 4º. En nuestro entusiasmo nos olvidamos de poner gasolina y llegamos por los pelos. Pero llegamos. Un cuarto de hora después, Munari, Andruet, Bachelli y los taxis. Relax, tranquilidad sobra tiempo porque no hay nada que reparar ¿o sí? Aguilera se mira el coche de Cañellas, se agacha, mira el puente trasero y de repente dice: hay que cambiar este amortiguador. Curioso. Poco antes, Cañellas nos decía que todo iba perfecto Pero no protesta. Aguilera sabe muy bien lo que hace. Cañellas está a un minuto de Zanini en la clasificación general. Se están produciendo muchos abandonos. Y queda poco rally cuatro tramos aunque suficiente para que se rompa algo en los taxis o se salga alguno de sus pilotos. Hay que asegurar lo conseguido. Y evitar riesgos. El inmediato seguidor, Swaton, está a más de 10 minutos. Pero Antonio y Salvador van muy juntos. Demasiado O, mejor dicho, iban porque a causa de la reparación Salvador penaliza dos minutos y queda a tres de Antonio. Ya no habrá tentaciones. ¿Lo hubiese hecho mejor Salomón?
Volvemos a la permanente de prensa con la sensación de haber vivido una experiencia extraordinaria. Sin duda, diez veces más interesante que el estereotipado espectáculo de la cima del Turini, aunque, eso sí, con mucho menos folklore. Pero estoy seguro de que en Le Moulinet Vicente Aguilera ha reforzado el resultado de SEAT. ¿Ha sido idea propia o una orden del Vargas? La emisora de a bordo ha funcionado constantemente, de modo que cualquiera de las dos cosas.
¡Bachelli abandona en La Couillole! ¡Antonio y Salvador son 3º y 4º! A las 5 (de la madrugada) lo pongo el último télex a Dicen. Domingo García en persona me contesta que le llame por teléfono a las 7 al taller de la rotativa, que me reserva un espacio de 25 líneas para decir lo último. ¡Esto es periodismo! ¿Ocurrirá todavía algo más? Sólo quedan dos tramos. Todo el mundo va con cuidado. Los de cabeza hacen quintos y octavos y los scratch se hacen por detrás, con grupos doses y demás. Llamo a Dicen. Confirmo. Tele Exprés, El Mundo Deportivo, As y compañía han cerrado mucho antes.
Acudimos al control de llegada. Para saludar y felicitar. Para sentirnos orgullosos de ser españoles. Y también, un poco, para comprobar. ¡Anda que si no llegarán! Pero llegan. Puntualmente. Y, por supuesto, Alguersuari les hace montar su número particular para que salgan juntos en la foto.
Noche increíble. Larga, intensa, emocionante. Y, al final, de triunfo. Los taxis, sus pilotos y todos los miembros de SEAT Competición han alcanzado el mejor resultado del automovilismo español a lo largo de su historia.
Finalmente, Vicente Aguilera puede llamar a Barcelona para saber si ya es, por fin, padre y tiene que pirar para casa o todavía no y puede quedarse. Todavía no, muchachos. De modo que esta noche a cenar y al Casino. ¡Se van a fundir los plomos!.
La célebre edición del Rallye Monte-Carlo de 1977 contó con un buen número de equipos españoles participantes, consiguiendo clasificarse cinco de ellos, los tres Seat de Zanini-Petisco, Cañellas-Ferrater y Serviá-Sabater entre los siete primeros, pero también Beny Fernández-Miguel Brasa (BMW 2002 Tii gr. 1) y Ricardo Muñoz-Manuel Jiménez (Seat 124-1800 gr. 1). Los primeros se clasificaron 50º y los segundos 75º.
Reproducción fiel del texto escrito por Javier del Arco de Izco y publicado en el nº 4 (enero 1980) de la revista 4 Tiempos (un deporte, una afición, una revista), publicación creada, editada y dirigida por Javier, en la que relata de un modo resumido pero intenso la gran epopeya protagonizada por el equipo SEAT Competición en el Rallye Monte-Carlo de 1977. Javier destaca en sus líneas el valor del periodismo para dar a conocer este tipo de gestas que marcan sin duda un antes y un después en la historia del automovilismo español.
Con la reproducción de este texto, RACC MotorSport y los autores de la idea, JAS Info Service, se suman al homenaje de la Fundació Barcelona Olímpica a la figura de Javier del Arco de Izco en la exposición sobre la vida y obra de este periodista excepcional, muestra que permanecerá abierta hasta el próximo 16 de abril de 2017 en el Museu Olímpic i de lEsport Joan Antoni Samaranch. Javier del Arco falleció a los 66 años el 14 de enero de 2013.